Ayer fui a comer al Rodeo, solo, como si... ya ni sé. Regreso a casa, abro la puerta, y lo primero que veo es un llavero de Mario. Entonces entré en una especie de crisis. Recordé el día que cumplimos 9 meses, tu regalo, la tarjeta de Mario con tu letra: 9 meses and still standing. Y pensé: tal vez este era el llavero que me quiso regalar y no encontró. Sentí otra mezcla de coraje y tristeza, recordé como perdí ese regalo, el Mario de peluche, en la fatídica noche en la que para acabarla de chingar me metieron a la 9.
A veces todavía volteo para atrás y no puedo creer que hayamos sido novios. Pienso: ¿Cómo es que fuimos tan felices? No puedo creer los detalles que tenías, cómo te preocupabas por mí, por lo que me gustaba. No puedo creer nuestro pasado inmediato, y cómo es que ahora no tenemos absolutamente nada que ver.
P.D. No, todavía no te he superado.
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