miércoles, agosto 25, 2010


No he olvidado cuán hermosa eres, de hecho creo que eso nunca va a pasar. Pero ya me cansé, y debo dejarte ir.

Aquí traigo la marca que me dejaste el 11 de marzo en la tarde/comida perfecta; en el dorsal de mi mano izquierda, la mano con la que te jalé la rienda. Y la veo cuando pega duro el Sol, como el momento en que me la hiciste.

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