lunes, diciembre 30, 2013

Cuando quieras


Cuando quieras llevarme, adelante. No tengo objeción. Y si acaso puedo decir que eso es lo único que no tengo, porque de ahí en más, no me falta nada; y eso que aún soy muy joven. Pero a pesar de mi edad, estoy listo para irme, cuando quieras.

Que al cabo ya estrellé mi auto contra un puente, y casi me mato. Que al cabo ya recorrí todo el Estado, de día y noche sin parar, en el viaje que siempre soñé. Que al cabo ya les dije a los policías que son una bola de corruptos, y me arrestaron. Que al cabo ya le rompí el corazón a la más inocente de las seis. Que al cabo una de ellas también rompió el mío, sólo para darme cuenta de cuán necesario es. Que al cabo ya caguameé con mi abuelo un lunes a las dos de la tarde. Que al cabo ya viví con la morra más loca e hizo de mi vida una jaula de la cual afortunadamente yo tenía la llave. Que al cabo mi hermana la más grande, ya se casó, y quizá nunca pueda superar su boda. Que al cabo ya conocí a una morra en el mercado, y a otra en otra boda, cual película gringa/romántica/dominguera o todas las anteriores. Que al cabo ya besé a una morra mientras escuchábamos 'I want you'. Que al cabo ya sentí ese escalofrío justo cuando mi hermano grita al final del coro en 'Dejarte ir'. Que al cabo ya me golpeó un policía. Que al cabo ya saqué a Riveros, y lo vencí. Que al cabo ya lloré cuando La Raya remontó épicamente un 0-2 en el segundo tiempo. Que al cabo ya me comí la torta con la profe. Que al cabo ya me ahogué en alcohol, y cuando desperté no pude caminar. Que al cabo ya hice el ridículo queriéndome ligar a una bartender, y la vez que no hice nada pegué mi chicle en otra barra. Que al cabo siempre he sido novio de las morras más guapas. Que al cabo siempre me hablas a través de Pink Floyd. Que al cabo ya me senté a la cabeza del comedor en Noche Buena, junto a la mujer más guapa que hasta ahora he conocido, y lucimos. Que al cabo ya tengo a los mejores amigos y hermanos, perros y humanos. Que al cabo me diste a los mejores padres del mundo en una sola persona. Que al cabo ya fui 'el otro'. Que al cabo ya fui infiel. Que al cabo ya se burlaron de mí y me desacreditaron por mi edad, siete mil veces. Que al cabo ya escuché 'Speak to me/Breathe sólo para darme cuenta que estaba en el camino equivocado. Que al cabo ya me equivoqué mil veces, y me sigo equivocando. Que al cabo paso la mayor parte del tiempo sobre el único lugar en el que realmente me gustaría morir, donde irónicamente acaban la mayoría de los animales en los que me gustaría reencarnar, sólo para continuar con el ciclo y morir sobre la misma carretera. Por eso te digo, cuando quieras.

Y no es que te esté retando, tampoco me malentiendas. Simplemente estoy en el punto más alto de lo que va de mi vida, uno en el que si me voy, no pasa nada.

viernes, noviembre 29, 2013

At night


La semana pasada —la madrugada del domingo, para ser más preciso— me puse medio pedo, y me ganó la cursilería. Ya tenía rato que no pasaba, pero es que ese frío en particular me trae tantos recuerdos, que la verdad a veces extraño.

Y no es el hecho de que haya publicado lo que me pasó por la cabeza, sino hacerlo público en las redes sociales, y no aquí. Porque ya sé que otra vez me andan buscando, y esas palabras pueden malinterpretarse.

You see, ninguno de los mensajes sin sentido/con doble sentido son indirectas para alguien en especial, simplemente son mensajes para mí mismo divulgados a lo idiota, acompañados por la canción que forma el 'soundtrack' del momento. El problema es que siempre suenan dirigidos, y si lo están, pero para mí. Ya sé, entonces para qué lo hago publico; anyway.

El caso es que traigo cola, y sin duda esas líneas son leídas por la única persona a la que le importan todas esas estupideces —además de mí—, que por si no fuera poco, ya me hizo saber —entrelíneas— que está sacando conclusiones de mensajes que evidentemente no la llevarán a ningún lado. "conclusiones equivocadas, para obtener revanchas infructuosas". Ahí no hay nada, vaya. De veras, nada.

Lo único que hay, está en otro camino. En uno que aún no termina de ser construido, que está lleno de recuerdos.

jueves, agosto 29, 2013

Pendejo


Siempre he sido un cursi. No es una cualidad —o defecto en su caso— que adquirí por gusto, o con el paso del tiempo. Mi primer recuerdo de alguna cursilería directamente con una niña, data de hace 19 años, aproximadamente. 

Me enamoré de una prima, que para colmo no me correspondía. Pero en mi afán por conseguir su aprobación, atracción, atención, o lo que sea que estuviera buscando de ella a esa edad, le cantaba 'canciones' inventadas por mí; especialmente a la hora de la comida, momento en el cual estaba toda la familia reunida, y podía presenciar mi acto (situación que a su vez confirma, siempre me ha gustado llamar la atención/ser el centro de la mesa/ser protagonista/etcétera). Y digo 'canciones' porque obviamente sólo eran palabras que rimaran. Lo más chistoso era la cara de su hermano mayor (mi primo más grande), totalmente burlándose de mi espectáculo barato.

Con el paso del tiempo y muy probablemente al consumir películas como My girl, mi nivel de persona cursi aumentó. Mi siguiente recuerdo fue de cuando estaba en segundo de primaria. Una niña de nombre 'Roxana' flechó mi corazón, y por eso me la pasaba dibujando corazones flechados con su nombre y el mío.

Dos años después me gustó una niña completamente fuera de mi alcance; obviamente en ese momento no lo sabía. Es ahora que analizo la situación y puedo ver que en primera instancia estaba el hecho de que yo era gordo, por lo que me veía más chaparro aún; además lucía feo; y el factor que ahora pondero más: nuestra diferencia de niveles socioeconómicos. Ni siendo el más 'carita' del salón, sus padres habrían permitido que su hija fuera novia de alguien sin un apellido de renombre en la alta sociedad. En fin, ella sólo podía verme como su mejor amigo, por obvias razones. Recuerdo que le pregunté si quería ser mi novia como tres veces; pobre diablo. Con ella mis cursilerías eran regalarle paletas de corazón, pastillitas en forma de corazón, chocolates; obsequios dignos de un gordito.

Después fui creciendo y haciendo cosas como empezar a regalarle rosas a la morra que me gustaba en la secundaria; discos, películas, peluches, hasta un anillo. A esa misma morra, de la que fue novio casi cinco años, le escribí mis primeras canciones, ahora sí con música y toda la cosa. Ya de ahí a que estén bien hechas o sean buenas, es otra historia.

Al tiempo fui novio de una morra a la que cuando cumplimos un mes juntos, le dediqué todo un setlist acústico en una fiesta cualquiera.

Con una morra hice todas las cosas más cursis. Le canté canciones, le escribí, le dejé recados en las ventanas de su auto, le di flores, le llevé café, le hice de comer; le hice un tipo álbum de fotos de todos los sitios que le gustaban de la ciudad, en una caminata que dimos alguna vez. Enfermo, el bato.

A raíz de eso bajé un poco mi nivel de cursilería, de manera voluntaria. Y ya sólo hice cosas como cantar canciones y regalar rosas. Aunque después perdí como la noción de la realidad y cometí la estupidez de hacer cosas que sólo había idealizado.

Creo que lo más estúpido fue llevar a una novia a Disneyland, en la temporada navideña, a dos días de Navidad, cuando apenas teníamos como un mes de novios. Sí, no sé que me pasó. Con ella hice casi todo lo que no debes hacer cuando tienes tan poco tiempo de ser pareja. Incluso una amiga me dijo: "creo que tú has viajado más con tu novia en cuatro meses, que yo con mi prometido en cinco años". Re mal. Digo, no es que no me haya divertido, o que no lo haya disfrutado en su momento, pero acelerarme de esa manera simplemente me mostró cuán inmaduro fui al no controlar mis sentimientos. Cosas que antes nunca había hecho, y que consideraba dignas de esperar. En fin.

A ver si con esto aprendo la lección, pero lo dudo.

domingo, agosto 11, 2013

Generador


Un día sales de tu casa, y decides comprar el 'There is nothing left to lose' de los Foo Fighters. Aún eres un niño, no sabes mucho inglés. Escuchas el disco completo pocas veces. Hablan de motores, alas de avión, generadores, calor, fuego, etcétera. Todo te parece normal. Pasa el tiempo, y un viernes por la mañana, sobre la carretera (dónde más), y con todo el feeling del miércoles anterior, le pones un poco más de atención a la quinta canción del álbum. Entonces, 13 años después de escucharla, descubres que 'Generator' no es una canción viril, sino una canción de amor. Y tú, cual vato cursi/cliché, te dejas envolver por sus palabras.

Descubres que la canción no habla de un tipo que es 'generador' por su fuerza o capacidad imbatible, sino que más bien es una máquina –por imposible que esto sea– que trabaja a su mayor capacidad cuando ve a la morra que lo trae loco. Que no es correspondido, pero está ahí, esperando el momento, dispuesto.

Si te digo que cada canción tiene su momento indicado.

A lo que voy es, no quiero decir que únicamente voy a estar esperando a que tengas la disponibilidad, porque está mal, yo no debo interferir en tu formación profesional; lo mío es un capricho –incorrecto, claro–. Además eso quién sabe si pueda pasar. Ni tampoco puedo asegurar que si ese momento llega, yo voy a seguir sintiendo esto por ti, porque ni siquiera sé si lo voy a sentir mañana. Lo único que puedo afirmar, es que por lo menos desde hace una semana, soy un generador. Mi corazón late a 120 por ti. Acelera su ritmo cuando te veo. Trabaja más rápido de lo normal, y es porque tú lo encendiste.

miércoles, agosto 07, 2013

Perfecto


Ambos suben al auto. Tú sabes cuál disco está en el reproductor, pero tras la plática en el camino, ni siquiera te diste cuenta dónde se quedó. Se ven brevemente, dudas, suspiras. Enciendes el auto, y con él el estéreo. Los primeros sonidos son las pisadas de 'I want you'. No hay nada más qué decir. Tus labios y los suyos se juntan suavemente. El momento se vuelve la escena que siempre quisiste.

lunes, julio 29, 2013

"No te preocupes"


Es obvio que me vas a estar buscando. Lo más chistoso es que al principio fue al revés. "La primera vez que salimos, me aburriste", fueron tus palabras. A lo mejor por eso las primeras veces eras soberbia; espera, ese es tu estado natural. Entonces era simplemente porque pensabas que era un pendejo, y así es, porque mira que estar contigo tantos meses, no es de alguien inteligente; pero bueno.

El caso es que no te rindes. No sé qué quieres, o a lo mejor sí sé pero no lo puedo creer porque se me hace ilógico tomando en cuenta dos puntos: uno, mi memoria, y con eso podría bastar. Y dos, tus actos, que por supuesto están bien enumerados, agrupados, y archivados, para que no se me ocurra repetir el plato.

Y fíjate cómo son las cosas, escribí estas primeras líneas y tuve que salir de la oficina. Minutos después me llamas para pedirme un favor. Evidentemente hay algo mal en tu manera de asimilar la realidad. Estoy seguro que tu razonamiento para llegar a pedir un favor fue: "si él me pidiera un favor, yo se lo haría", y no estoy hablando de sexo. Pero, ¿qué te hace pensar que yo te pediría un favor, por más mínimo que sea? ¿Que acaso no fui bastante claro al decir que ya no quiero ningún tipo de vínculo contigo? Por eso, hace unos momentos, te lo repetí, para que veas cuán mierda soy.

Hay un error —otro— en tu discurso. Si según tú no esperas nada, ¿para qué me sigues buscando? ¿Qué quieres? Es una especie de sentimiento de culpa: me tuviste contigo pero asumiste que así sería para siempre. Y te sientes culpable contigo misma, porque siempre supiste qué hacer —suficiente saliva y tiempo desperdicié en armarte un instructivo para que las cosas funcionaran—, pero no quisiste hacerlo, al cabo que tu ego vale más. Así, tal y cual.

Y al teléfono, constantemente me decías "no te preocupes, ya no va a ser así". Ah, qué bonitas palabras. Si tuviera un dólar por cada vez que escuché eso de ti, podría pagar mi boleto de avión a Mendoza. Y es que la Karen tenía razón: tú eres como un adicto a las drogas, siempre dices que no volverás a hacerlo, pero recaes, no tienes autocontrol, y obviamente dices esas palabras, porque en ese preciso momento estas bajo el efecto de las drogas. 

A parte, ¿de veras crees que estoy preocupado? Corrijo: de veras crees que estoy preocupado. Pero si mírame, estoy más feliz que nunca y eso que 'miamor' se fue de La Raya (me cago de risa, no tengo remedio). Acuérdate que traigo el '10' en la espalda.

Pero es que ahí está el problema, hasta yo me sorprendo. Imagínate qué tanto hiciste hasta el grado de hartarme, y eso que soy paciente. Por eso me sorprende que quieras 'salir a cotorrear después'. ¿A poco crees que se me olvidan tus fallas? Si las tengo bien presentes. Y no, tú no eres ninguna de las dos ex con las que quiero caguamear; te lo ganaste a pulso, Riveros versión femenina.

Aunque si lo pienso detenidamente, ése es tu verdadero yo: te comportas de acuerdo a tu conveniencia. Haces como si nada pasara, como si tus errores fueran dignos del perdón natural. Y con ese cinismo me invitas unas cervezas. Hasta me da risa.

Pero no te preocupes (jajaja), en poco tiempo conocerás a tu príncipe azul.

Y ya puedes detenerte, aunque ni siquiera sepas qué significan esas palabras.

viernes, julio 05, 2013

Drive


Yeah, I wanna see the road too. I wanna drive for hours and hours, until I get tired of being seated in the same position, so I have to stop for a while. I wanna stop beside the road, stand right there by myself, feel the wind, the cars pasing me by, the heat of the sun, hear the silence, and then your voice. 

I wanna take a slow look of the mountains, discover the shapes on them; I wanna pretend I'm touching them. I want to look up to the sky, watch the clouds, the sun for those two seconds 'til I can see no more.

I wanna have a beer on that spot, finish it, and then keep going.

I want to drive further hours, with every window open, so I can feel that warm wind while I'm on the road too. I want to sing, loud, like I want everybody to hear me when there's no one in miles from me.

I want the hours to pass until it gets dark, and then stop again. Sit again, look at the sky, see every tone it has; the stars, the moon. Hear the nature, the silence, the animals nearby. I want to feel the cold of this wind, get the chills, and drink so I can feel the cold inside of me.

I want to drive until I get to the beach, at dawn so I can appreciate how the moon goes and the sun comes. I wanna stay for a while.

Then I want to dirve back, so this doesn't gets odd.

lunes, junio 17, 2013

Y...


Y antenoche, Neyra explicándome lo maravillosa que es la Elsa. Como si no lo supiera ya. Yo estuve ahí, fui su novio y la quise mucho; me enamoré de ella. Pero me cansé de que cada vez que le echaba flores ella me las regresara.

Y que chistoso porque esto lo digo en sentido figurado, pero hay algo de similitud con la realidad: a la Elsa no le gustaban las rosas, sus flores favoritas son las gardenias. Y me acuerdo porque un jueves estábamos todos en La Taberna —2010, por supuesto; qué días aquellos— y un tipo llegó vendiendo rosas, y precisamente Neyra, en la peda, consciente de que 'al bebé' no le gustaban las rosas, me alentó a comprarle una cuando yo le pregunté frente a todos que si quería una rosa.

Claro, clásico en mí, acaparando la atención de toda la mesa en un bar, para hacer algo a todas luces incómodo para la Elsa. Porque si hay algo que no olvido, es la cara que puso cuando se la di, y le dije adrede: "toma, mi amor". Me vio con cara de 'por favor no hagas esto', pero aún así la aceptó.

Así como Neyra aceptó que me odiaba los primeros meses después de que decidí terminar con su mejor amiga. Porque, cómo era posible que yo hubiera dejado a semejante mujer. Y sí, es verdad, yo siempre he estado consciente de lo que es 'el bebé', pero para todo hay razones. Válidas o no para quien sea, siempre existen motivos para terminar con una relación amorosa.

Lo chistoso no es confirmar todo lo que siempre supe que pasaría cuando tome tal decisión, sino ver la cara de Neyra al enterarse de que se equivocó conmigo. Porque así fue, y si quieren se los digo yo mismo: se equivocaron. Y no es que yo no me equivoque, sino que no soy tan mierda como ellas pensaron.

Pero también está el hecho de saber que tomé la decisión correcta. La Elsa es mucho más feliz ahora que no está conmigo. Y no sólo ella, todas. I can see it. Es como una constante. Soy una especie de antesala hacia el novio correcto/perfecto/futuro esposo y equivalentes. Y si no, pregúntenle a las demás morras de las que he sido novio, a ver qué les dicen. Porque yo lo he visto. Da como una especie de calma el poder decir: "qué bueno que es feliz ahora con él, y se dio cuenta de que yo no soy lo que en primera instancia ella pensó". Y no es que me sienta libre de culpa, simplemente estoy consciente de que hay vatos mucho mejores que yo, en el papel de novios. Por eso estoy tan tranquilo, porque yo sé que a la Lulú también ya le sigue el bueno.

Por eso me da risa cada vez que cocino un platillo diferente, y la 'rompo' —ya la había librado seis párrafos sin hablar de futbol—, y que en el trabajo me digan: "Luis, ya te puedes casar". Qué chingón que me digan lo que se acostumbra decir en la mayoría de las familias mexicanas, o bien, en las familias lideradas por padres rancheros o machistas, aunque yo también soy medio macho (Hernández, 2013), pero ahorita más bien soy la morra que se consagró como buena cocinera y ya puede complacer a su futuro marido; aunque ahorita no haya tal.

Y me da risa, porque cada que veo a todas mis amigas y amigos que ya se casaron o viven con sus parejas, me doy cuenta de qué tanta hueva me da vivir así. Y a lo mejor es por la mala experiencia que tuve al vivir un mes con la Lulú, pero justamente ahí está lo chistoso: que mi tía me haya dicho que pensaba que con ella me iba a casar, por el nivel de conexión —de química, 'omaigá'—, que teníamos.

Y no es que no me quiera casar, a huevo que me quiero casar; creo. Pero para mi 'mala suerte' cada vez estoy más lejos porque ni siquiera novia quiero tener. Cada vez tengo más pinches pedos para ser pareja de alguien porque estoy tan acostumbrado a mí mismo, que ya soy casi un ermitaño. Soy como Jim Carey en Yes, man antes de conocer a la hermosísima mujer que representa todas las pinches frustraciones que alguna vez sentí, y que por si no fuera ya chistoso, se llama igual que mi estación favorita: 'Verano'.

Y si no, pregúntenme cuántas veces he salido solo ya, porque mis amigos andaban de mandilones o simplemente con hueva de salir. Y no es que en Ensenada no lo haya hecho, sino que allá vive la gran mayoría de la gente que conozco, y por una cosa o por otra acabo encontrándome a alguien y resulta que mi velada ya es compartida.

Por eso le digo a mi tía que quién sabe si me voy a casar o tener hijos, aunque a ella le moleste y me diga que "tengo que". Porque finalmente me di cuenta que no necesito a nadie para hacer lo que se me ocurra. Como ir por una, dos, o cinco cervezas a La Mezcalera y tomármelas en la barra, donde a veces llegan todos esos 'juniors' que en lugar de cartera portan una paca de dólares para pagar una media, hasta el grado de hacer batallar al dar el vuelto, a la bartender que piensa que le estoy tirando la onda porque no estoy haciendo otra cosa que tomar cerveza solo en su barra.

Y probablemente ahorita ustedes piensen que estoy todo roto y llorando mientras escribo estas líneas, pero la verdad es que estoy cagado de risa porque hace mucho que no era tan feliz y podía escribir todas estas estupideces sin pudor alguno.

Pero si es así que lo piensan, y les doy un poco de lástima —y no es que sea la víctima, sino que muchos locos eso inspiran: lástima— ahí tienen mi número para invitarme a tomar unas cuantas cervezas, que para mí no hay nada mejor que platicar de lo que uno cataloga como 'serio' en esta vida, mientras disfruta de un par de 'Pacíficos' bien heladas; y más si es con una morra. Y ahí es donde está mi lado macho. 

Que al cabo de todos modos (jajaja) yo ya traigo ganas de caguamear con dos de ustedes, y de ser posible en La Mezcalera, por favor. Así es, me estoy refiriendo a mis ex novias —nótese al macho, 'mis'; "pero si aquí nadie es de nadie, mi compa"—. Y si usted lleva la cuenta le doy los números: 3 y 4, pero si usted es malo con las matemáticas aquí le dejo los 'nombres': Michelle y Marion, ahí nomás.

Pero si en lugar de lástima lo que le doy es hueva y no me quiere ni invitar siquiera a cargar su equipaje, no se preocupe, que al cabo ahí está la bartender, para hacerla sentir más incómoda que con todos los vatos que sí le están tirando la onda.

Pero no vaya a pensar que estoy borracho, porque claro que no es así, estas son horas de trabajo. Borracho estaba el sábado que me encontré a Neyra y se le ocurrió preguntarme el 'por qué' real, de mi decisión con su mejor amiga. Y a lo mejor ni estaba tan borracho, aunque a su prima le pareció lo contrario, tanto, que mientras explicaba mi pasado, a ella se le ocurrió decir que le daba hueva escuchar a un vato que estaba 'enciclado'. Tal y cual. Supongo que se refería a que estoy ciclado. Fíjese usted, tanto se me nota que hasta la gente que no me conoce se da cuenta que traigo el 2010 en mi cabeza permanentemente.

Pero no vaya a pensar que estoy hablando nomás por hablar. Simplemente, disculpe usted, es el café.

miércoles, mayo 29, 2013

Ríase


Adela viene a visitarme a la oficina, a casi dos meses desde nuestra última interacción. Y el Alberto dice: "Hasta se arregló. Así las traes". Yeah, right.

jueves, mayo 23, 2013

Imparable


Si existiera una especie de 'liga de los sueños', sin duda mi subconsciente lideraría la tabla general. Hasta esta madrugada me mantengo invicto. Llevo dos semanas completas soñando a diario con las chicas de las que fui novio. Con dos de ellas en particular. Digamos que el tercer y último rival en mi trayectoria, han sido los dos con los que más me he topado estas últimas dos semanas.

Ya me imagino todo el desmadre que traigo almacenado en mi subconsciente. Digo, la verdad es que más o menos sé por qué he soñado con ellas, además ningún sueño me ha hecho sufrir. De hecho hasta he despertado con una especie de aliciente en mi día.

jueves, mayo 09, 2013


Esto es fácil
esto es un mamey
recordarte sin parar, one way

viernes, abril 26, 2013


Atar cabos equivocados/falsos, para obtener revanchas infructuosas.

martes, abril 16, 2013

Cuentas


Clásico que regreso de vacaciones a la oficina y me preguntan por mi novia. Entonces, en base a mi respuesta, la sorpresa se vuelve una constante.

Y me doy cuenta de que hice las cosas que ya no hago. Me enamoré, otra vez; dije 'miamor', textual; lo hice público. Corrí detrás de ti a toda velocidad, mientras tu jalabas mi mano. Después te solté y me detuve, no porque me haya cansado, ni porque se me haya acabado la fuerza (ja ja ja), simplemente porque ya sabía —pero no quería aceptarlo— que no necesito correr hacia ningún lado, y menos con alguien llevándome de la mano; aunque ya sepa el destino. No tengo prisa, así estoy bien. 'Solo', así entre comillas, porque la verdad estoy rodeado por toda la gente que tiene que estar cuando tiene que estar. Esa es una de las ventajas de tener ya un rato así: no necesito de nadie para sentirme bien, a veces hasta solo estoy mejor. Incluso, ahora esto es lo que necesito y quiero.

Me doy cuenta que romper este ciclo no significa que no esté ciclado. Porque a lo mejor todavía no puedo superar el que hasta la fecha sigue siendo mi año favorito; con la ruptura, el duelo, el mundial, el verano, el título, y aquél inicio que era pura dulzura.

También me doy cuenta que estoy viendo hacia otro lado, quizá un poco hacia atrás. Que nuestras fotos, las otras 'nuestras', están guardadas. Que a lo mejor sí me rendí muy rápido, y que no quise complicarme, cuando quizá contigo sí debí complicarme un poco; después de todo, no era tan difícil. Que te quise más de lo que pensaba o creía, y que el de los delirios obviamente soy yo, porque todavía me siento atraído por tu belleza. 

Y me doy cuenta que ya es muy tarde para esto. Que a lo mejor esto no es nada más que otro episodio de otro drama. Que ya no importa.

viernes, abril 05, 2013

Aquí


Esto es tan 2010. Quizá sea porque ese fue el último año que viví aquí, aunque también pueden interferir ciertos factores psicológicos.

Desde hace un mes, cada noche que salía a correr en Tijuana, podía sentir el aire de la misma manera que cuando salía a correr hace tres años. Y obvio aquí es igual que antes.

Pero también han sido los viajes, y el sentimiento que me provocaron; hasta las fechas coinciden. La música. Sólo falta que tiemble.

Y es que tenías razón, Ensenada definitivamente es una 'pausa'. Esa pausa que me hacía falta para pensar las cosas con calma, y disfrutar del aire que me atraviesa.

viernes, marzo 15, 2013


Lo único que necesito hacer para saber cómo andamos tú y yo, es ir al billar y jugar una mesa. Gané todos.

lunes, marzo 11, 2013

Nomás




No cabe duda que siempre hay un momento específico para ver ciertas películas o escuchar determinadas canciones. El momento no es predeterminado, al menos no del todo. En mi caso, la oportunidad se presenta, y entonces decido si tomarla o no.

Tengo un año y siete meses con el 'Come around Sundown', y actualmente es mi disco favorito de los Kings of  Leon —no es que les importe, pero cuándo un post de este blog ha sido importante—, y esta canción en particular, es la que menos me gustaba, es más, a veces me la brincaba.

Pero en este preciso momento de mi andar, "I can feel it", y bastante. El estado de ánimo tiene todo que ver. Ya quiero ir a Ensenada para gritarla mientras manejo, con el mismísimo atardecer sucediendo a un costado.

Just sayin'.

miércoles, febrero 27, 2013

El orgullo injustificado de un hombre borracho


La mujer le dice al hombre que ha conseguido el mejor entretenimiento posible para su fiesta: "el ________ me dijo que va a llevar a su banda el jueves. ¿No quieren tocar ustedes también?" 

El hombre entiende la situación. ________ es otro pretendiente. Lo sucedido dos semanas atrás, confirman esta hipótesis. Y consciente de lo complicado que es traer a su banda a la ciudad, informa a la mujer que eso no sucederá. Pero la mujer es insistente: "entonces toca tú solo". Y la idea retumba en la cabeza del hombre, pero decide tampoco hacerlo: 

—Hace mucho que no ensayo.
—No importa. tú tocas antes, para que no se vea tan mal.
—(Gesto de inconformidad).
—Bueno pues, como quieras.

Con el paso de los días la mujer se vuelve más insistente, y el hombre ya empieza a considerar el hecho de tocar. Finalmente, un día antes de la fiesta, la mujer le pide con tantas ganas que se presente, que el hombre decide hacerlo, pero como una sorpresa.

A unas horas del gran festejo, el hombre practica las cuatro canciones que cree serán del agrado de la festejada, y sus invitados. Logra fácilmente recuperar el ritmo. Se siente confiado, está seguro que será una gran sorpresa, el momento en que la mujer le pida que cante una canción, y él, asienta mientras va por su guitarra al auto. Esa idea predomina en su cabeza.

Pasan las horas, y todo transcurre normal. Un amigo del borracho le pregunta si ha asistido con la guitarra. Preparan un set imaginario para presentarse después del acto estelar. Sin embargo, esa idea parece haber desaparecido en la cabeza de la mujer; no hace ni el más mínimo comentario para incitar al borracho a cantar.

La banda llega al lugar del festejo. El ambiente cambia. Todos los comentarios giran en torno a la presentación estelar. El borracho sabe de las cualidades del grupo: "son muy buenos, pero cantan de la chingada".

La noche transcurre normal, la banda es todo un éxito. Mientras tocan, la mujer hace un comentario al oído del borracho, uno que cala. Y con unas cervezas encima, la molestia se torna insoportable; injustificadamente, claro, porque como bien decía mi abuela: "al que no habla, Dios no lo oye".

La banda termina de tocar. La mujer nunca le pidió al borracho que cantara. El borracho, que ya le hace honor a su nombre, se pierde en su injustificado coraje, e inicia su show con un reclamo. Es por el comentario al oído. Nunca porque, en su delirio, gracias a la actuación del pretendiente, la mujer se olvidó de pedirle, si quiera una tarareada al borracho.

Pero la fiesta sigue sucediendo, y entre reclamos, la gente pasa buscando a la mujer. Una de esas personas que busca a la mujer, es obviamente, el pretendiente. Y el borracho sabe que ha echado a perder todo, entonces se esconde, como el cobarde que es.

—¿Qué te pasa? ¿Estás bien? Vi que saliste corriendo detrás de ese vato.
—Todo bien.
—¿Segura?
—Sí.

El borracho no puede soportar la idea de que el pretendiente intente cortejar a la mujer, en sus narices, aunque aquél no lo sepa. Y pierde el control. El coraje injustificado ya es una mezcla de todo, pero más que nada, el borracho siente herido su orgullo. Porque según sus delirios, el pretendiente hizo olvidar a la mujer lo bien que el borracho se comportaba, hasta el grado de recibir el insulto, detonador del orgullo quebrado. La evolución está en las fotografías.

viernes, febrero 22, 2013

felizcumpleaños


minombrenoespeligroeserroraunqueavecesloserroressonsinónimodepeligroperotedigoqueesenoesminombreminombreeserrorporqueesaesmimayorvirtudequivocarmenoelsaberpedirdisculpasnireconocermiserroressinoelanteselcagarlaporquecadaunodeesoserroresmehaceunamejorpersonaentodoslossentidossobretodoenesteporesoahoranomecreoaldodenigrisporquenotraigolapunteríafinanoestoyanotandoloúnicoqueestoyhaciendoesmeterautogolesahoritamásbiensoyandrésescobarjajajaojaláfueraandrésasíseríaunbuennovioparatiunoquenotecomplicalavidaquenotedicecuandoteequivocasquetecomplacesiempreperoelpedoesquenosoyélsoyyoyyosoyunamierdacomoyatedijerontus700pretendientesyconrazónynosonloscelosaunquetambiénhayaloquepasaesqueenesosomosmuydiferentesatitegustacoquetearyquetusnoviosexnoviosypretendientesconvivanjuntosyamímegustasonreíryquemisexnoviasnosepannidóndechingadosestoyporesoteescriboyteescriboyteescriboenlugarespúblicosporquesoyunpendejoynoséguardarestascosassiemprequieroquelagenteseenteredemisproblemasoenestecasolosnuestrosycuandoleasestotevasaencabronarcomosiemprequeleesalgorelativoaloquenospasaperonomeimportaquealcaboyamehasregañadoantesynoereslaprimerapersonaquemelodiceyquizánovayasaserlaúltimaperoesteesmiespacioyyopuedoescribirloquequieraporesoestoypensandoseriamenteendejarelclubporqueyonosientoqueyoseaeljugadorqueelequiponecesitaporquelarelaciónentreelprofeyyoestáalgodesgastadaporquenosoymarcofabiánniséquéesloquevoyhacerniadóndevoyapicarnitampocosoycarlosvelaporquenomehereencontradoconelgolnipuedoirmecorriendoafestejarporquetodotieneuncicloyalomejorelmíoconelclubyasecumplióynoesquequieracambiardeequiposimplementealomejornecesitoseguirpreparándomepormicuentaporesotetraigoenmicabezatodoeltiempoytambiénestoypensandoentitodoeldíaynopuedoconcentrarmenitengoganasdehacernadaporesometiemblanlaspiernasporquetomocaféaunquenolonecesitoporquetraigotodalaadrenalinaylosnerviosal120ysiquieresescucharlodenuevotelorepitoaunqueyasabesqueamínomegustadecirmuchoestaspalabrasnoporquenolassientasinoporquecreoquecuandosedicendemasiadosevuelvenrutinariasynodeberíaserasíesaspalabrastienenunpesoespecíficoyporesolasdigocuandomenacenperotelasrepitotequieroclaroquetequieroperoasícomoterepitoquetequierotambiénterepitolaspalabrasquemedijounavezunamujermuysabiaenestejuegomujeralaqueahoraentiendoiwantyouidon'tneedyouporesoesquepormásquetequierayestéenamoradodetinonecesitoestosproblemasquevenimosarrastrandoyqueespecíficamenteanocheyocauséefectivamenteyomerobéelshownolosabréyoqueestabaperfectamenteconscientedetodoloqueteestabadiciendoyclaroquetienesrazónyolacaguéporquenodebígritarteniacelerarmenidejarquemesalieraloriverosaunqueyamedicuentaqueriverossólosalecuandotraigoalcoholencimaytraigoasuntospendientesdentrodemíylonuestrosiguependienteydeunamaneradesgastanteynomeestoyjustificandolacaguérecabrónylosientomuchoperdóndeverdadynoeselshowquehiceporqueesoatitambiéntesalebienelpedoesqueyosoymuypendejoynomepuedoguardaresascosasyparamipincheestupideznoescojolasfechasenlasquedebosacarlascosasyanochefuelapeorfechaparadecirteloquesientoperoyaestoysúpercansadodeestoycualquiercosamemolestayconunpocodecervezamásytampocosemehacejustoqueporqueseatucumpleañosmepuedasinsultaryyotelatengaqueperdonarasínomásperoestonoestuyoelquelaestácagandosoyyoyosoyelproblemaynosetrataderepartirculpasperosiyomelaquedoesmásfácilyfíjateloquesonlascosasentreeltiempoqueestabaescribiendoestometuvequeirauneventoyeradelaprocuraduríadederechoshumanostedigosiestásenmicabezatodoeldíaycuandoveníaregresandodeunsegundoeventoenlatardepasamosporelcolibríporquequienveníamanejandoynoerayoquisocambiarlarutaymejorregresarporesacalle

domingo, enero 27, 2013


Ibas bien.

jueves, enero 24, 2013

Do it


I know that you hate me. I don't blame you, it's only natural. And because it is that way, it will help you. So use it. Do you remember the last time we talk? I told you it would come to you soon.

lunes, enero 14, 2013

2010

Todo el viernes traje la canción de 'Fans' en mi cabeza. Sentí ese característico vacío en el estómago que no aparecía desde aquel mes de marzo. Después vi a las Mamma Mia.

Sin querer, pero de manera inevitable, me topé con la Junkie. Fue igual que al principio, volteaba constantemente buscando mis ojos; así que platicamos. Mi ego está tan alto, que pienso todavía le gusto. Pero esos son mis delirios.

Después vi a la Nadia.

Y mientras hablábamos de su ruptura, el Pepe cerró el fin de semana, con una frase que yo no recordaba haber dicho, y que estoy seguro yo no lo platiqué: "me pasó lo que tú le dijiste a la Junkie: ya no tengo ganas de intentarlo". Un año y cuatro meses después, y todavía se acuerda.