domingo, mayo 23, 2010

Teléfono descompuesto


Ajá + Su novia + Uno de mis hermanos + Yo = Mentiras.

Descifrar las palabras que un borracho le dijo a otro borracho, y éste a su vez le dijo a otro borracho, para que este último me las dijera a mí, es muy difícil.
Supuestamente la primera llamada salió de tu teléfono, la Samantha te contestó, conversaron media hora, y colgaron. Después la Samantha le llamó al Abel, él contestó, conversó con ella, y colgaron. Una semana después, el Abel me llamó a mí, contesté, conversamos 15 minutos, me encabroné, lo pensé, llegué a la conclusión de que eso era imposible, y colgamos.

No tiene sentido alguno que hayas dicho: yo sí quería volver con él, pero él ya no quiso. ¡¿Cuándo?! Te imagino haciéndolo y siento un vacío en el estómago. Es imposible, estoy seguro de que para empezar todo esto nunca sucedió, que el Abel lo inventó como broma o algo así. Nunca se encontraron, ni hablaron, nada. Y si esto en verdad sucedió, estoy seguro de que hay dos opciones: 1) En su peda la Samantha entendió las cosas al revés (versión correcta: él sí quería volver conmigo, pero yo ya no quise). O 2) La Samantha entendió bien las cosas, pero como le caíste bien, le gustó la idea de que regresáramos, y volteó las cosas a propósito para que el Abel me dijera, y yo fuera tras de ti.

Pero estoy seguro de que esto nunca sucedió. Esas son puras mentiras.
Pinche teléfono descompuesto rifa, es el pedo.

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